jueves, 18 de agosto de 2011

el roto. un acercamiento científico...



Hay quienes comentan que los orígenes de la ciencia se encuentran en el asombro de los primeros humanos con el fuego. Hay quienes señalan la rueda como el primer gran invento de la ingeniería humana. El roto desafía ambas teorías. El misterio del roto fue precursor al misterio del fuego y las técnicas asociadas a los rotos igualmente antecedieron a la rueda por siglos.

No deja de ser interesante que ante la búsqueda de explicaciones del inicio del universo hemos regresado a uno de los temas enigmáticos originarios: el roto.

Los descubrimientos científicos no son resultado del puro azar, sino consecuencia de métodos racionales que pueden ser explicados y comunicados.

Hoy en día es un tema de discusión para ciertos científicos cómo mejorar las condiciones para que los investigadores de las distintas áreas del conocimiento de los orificios efectúen hallazgos.

Tiempo ha, se publicó un artículo titulado "El descubrimiento científico del roto al alcance de todos", que expresaba: "Quizás alguien que lea este artículo pueda agregar nuevas ideas sobre los rotos, y más tarde otros añadirán otras hasta que finalmente obtengamos una descripción de las acciones y circunstancias que definen el roto".

El descubrimiento del roto ha llevado a los filósofos a establecer una imprudente distinción entre el progreso del descubrimiento y el de la verificación, y a insistir en que la lógica y la razón sólo se aplican al segundo.

Textos tradicionalmente citados, como "La lógica del descubrimiento del roto", postulan que el descubrimiento no es producto de métodos particulares de indagación lógica, sino el resultado de estar en el lugar y en el momento adecuados, como Newton bajo el árbol cuando cayó la manzana sobre su cabeza lo que se traduce al hecho científico singular de toparse de repente con el roto.

Por el contrario, se dice que el proceso de verificación de un roto es una operación lógica que sólo puede realizar un investigador racional, adecuadamente entrenado en los métodos de la ciencia.

De acuerdo con esta filosofía, el objetivo científico es simplemente validar o invalidar puntos de vista inexplicables, planteamiento que deja fuera de discusión al proceso de descubrimiento. No es suficiente estar ante el roto en el momento indicado, lo que un científico interpreta va a depender del roto que espera encontrar. Las estrategias de descubrimiento no son tan fácilmente codificables como las reglas de validación científica.

Tienden a buscar instancias donde las reglas
codificadas del roto no pueden dar cuenta de la experiencia: plantear paradojas, contradicciones, anormalidades, en síntesis, problemas propios y definitivos de los rotos.

El cerebro humano es una máquina de una capacidad bastante limitada para crear y adoptar nuevos rotos. La prueba de esto es que la mayoría de la gente persevera en sus ideas tradicionales sobre los rotos aunque exista abundante evidencia que le demuestre que están equivocados. Imaginarse un roto diferente y completamente distinto es un reto intelectual formidable ya que la vasta cantidad de rotos supuestamente imaginados suelen ser replanteamientos de rotos percibidos previamente.

El concepto y las posibles imágenes asociadas al famoso roto negro ("the black hole") de la esfera del universo definitivamente son retos intelectuales de mayor alcance.


Es posible identificar hábitos de pensamiento para evitar ver los rotos del modo habitual. En primer lugar, el roto lúdico, un esfuerzo deliberado de apartarse de las formas convencionales de ver el roto, combinando sus partes de modo novedoso.

Es llamativo cómo grandes científicos han incorporado el roto a su vida y su trabajo evitando conscientemente ser excesivamente cautos, ordenados o mezquinamente pragmáticos al acercarse al roto.

Otra estrategia consiste en pensar el roto en forma totalizadora, buscando los principios universales que se ocultan detrás de los rotos observables como por ejemplo cómo el roto reacciona con los tejidos vivos cuando reaccionan con ese elemento.

Un requisito común para obtener un nuevo roto conceptual parece ser un período previo de pensamiento obsesivo, lo cual es capaz de llevar a una internalización del roto y la intuición, que es, en esencia, la habilidad para percibir un roto subyacente. La intuición está ligada a otra herramienta indispensable: la percepción de rotos, tanto visuales como verbales.

Por ejemplo, la tabla de rotos es una muestra de cómo el ordenamiento conduce a nuevas perspectivas del roto.

La ciencia, por fortuna, siempre presenta nuevos rotos para explorar. En qué forma se crean los rotos y las leyes comunes o propiedades afines en todos los rotos, es, paradójicamente, un campo en el que aún resta mucho por descubrir.

El científico tiene que demostrarse a sí mismo, y a todos los que se interesen por los rotos, cómo y por qué los rotos han de ser como él piensa que son.


Recordemos que por siglos la luna fue motivo de profundas creencias religiosas sobre este gran roto en el cielo de ciertas noches que por razones mágicas se abría y se cerraba....

Por otro lado el idioma tan fascinante y poderoso instrumento cultural palidece ante los enigmas del roto como hecho científico como podemos comprobar al ver lo que supuestamente (y claramente de manera inadecuada e incompleta) lo define, a saber:

roto.

(Del part. irreg. de romper; lat. ruptus).

1. adj. Andrajoso y que lleva rotos los vestidos. U. t. c. s.

2. adj. Dicho de una persona: Licenciosa, libre y desbaratada en las costumbres y modo de vida.

3. adj. Se dice de las mismas costumbres y vida de semejante persona.

4. adj. Agotado o muy cansado.



Otro aporte intelectual de
Trasero Amplio Cultural, Inc. (TACul)













"moviendo las masas..."

1 comentario:

Roberto Ortiz-Feliciano dijo...

‎...el cosmos es un planteamiento en el que lo serio y la irreverencia del humor bailan cogidos de la mano...