viernes, 20 de abril de 2012

Mujer de la mantilla- desnudo femenino como planteamiento de confrontación


Tan solo este diciembre pasado la actriz y modelo española, Paz Vega, causó controversia tras publicarse sus fotos donde aparece desnuda ataviada sólo con una mantilla ante la Virgen de la Encarnación de Gerena, de rodillas...

Algunos se han sentido molestos, otros no le han dado ninguna importancia. El arzobispo de Sevilla ha reprobado estas imágenes.

“La inquisición fue un desastre para España,“ Ufuk Sevinc, director creativo del proyecto fotográfico, responde así a la “categórica reprobación” de la archidiócesis de Sevilla..."Quería enseñar...la belleza de España en un momento en que sus jóvenes no tienen futuro“.


Lo cierto es que la imagen tiene precedentes como este desnudo de la "Mantilla y el clavel" de Zuloaga que resplandece por sí solo aunque nos evoque semblanzas goyescas.

Zuloaga, se cita como uno de los más importantes pintores españoles de finales del siglo XIX y principios de XX, expresa con un realismo empecinado una crónica de su España segoviana.

En los libros, como en toda obra de arte, está siempre definido el carácter del autor, y no en lo que es, que muchas veces suele ser una contradicción viviente, sino en lo que hubiera querido ser. En la obra de arte está la personalidad malograda por la educación, por el ambiente y por el destino adverso.
- Ramón del Valle-Inclán (de quien hizo un impresionante retrato el segoviano) en su carta a Ignacio Zuloaga, 22 de noviembre de 1917.


El tema de la mujer con la mantilla lo trabaja Picasso en al menos dos momentos de su evolución la que precede es del 1917. Obra de gran virtuosismo, debido a su composición elegante y rigurosa. Este método pictórico del puntillismo lleva a Picasso a replantearse el impresionismo en términos científicos.


Luego Picasso retoma el motivo y demuestra nuevamente su exquisito dominio del rojo al pintar a Jacqueline Roque (1954), su última compañera y esposa con la que se casa en 1961. Rinde un homenaje a España, al adornar a Jacqueline con una mantilla.

La mantilla hasta mediados del siglo XIX era una pieza básica en el ajuar de cualquier mujer española, que al menos tenía una. Su uso se generalizó desde el siglo XVI siendo extensivo a todas las clases sociales; junto al rosario y el abanico, la mantilla era un atuendo obligado para salir a la calle. Notamos que esta prenda que podemos acordar que como obra decorativa logra convertirse en una pieza artesanal hermosa, es a su vez símbolo de cierto estado de subordinación tradicional católica de la mujer.


Vemos como su planteamiento en desnudos, como en la foto de Paz Vega y en el cuadro de Zuloaga, es sin dudas al menos una sugerencia atrevida de los contrastes que dicha prenda significa en el rol de la mujer. Tanto George Owen Wynne Apperley (pintor británico del comienzo del siglo XX que abrazó a Andalucía como tema pasional y autor del cuadro que precede), y José Cruz Herrera (dos cuadros), como un actual Arturo Souto trabajan el tema de la mujer desnuda con mantilla:




Veamos el motivo de la mujer en mantilla en otras propuestas y tiempos (Diego Velázquez, José Caballero, José María López, y Picasso Fernández.)





El Maestro de maestros Fransisco de Goya y Lucientes pintó una gran cantidad de retratos de mujeres con el rigor tradicional de su época y mantillas entre las que se destaca "Reina María Luisa con mantilla" y "Retrato de Dama con mantilla".


1 comentario:

Irene Hernández dijo...

Excelente exposicion de un derecho... Hermosura...