Si he dicho que vivir es como navegar, la familia es el barco y hay barcos de todos los tamaños, hay yolas de remos, hay veleros pequeños y veleros grandes con múltiples alas para recoger los vientos pero los barcos no navegan solo a menos que haya ocurrido una tragedia, las naves son empresas unitarias, son tripulaciones que con mayor o menor talento distribuyen las tareas y responsabilidades, que comparten siquiera por ratos las mismas direcciones y anclan en los mismos puertos...
¿Qué es lo que se celebra exactamente hoy y todos los días?
Previamente las definiciones eran que la familia es la unidad doméstica compuesta por dos adultos, hombre y mujer, y los hijos de ambos. Esta es una definición clásica pero ¿es que acaso no es todavía de esa forma y manera? Digamos que si digamos que sigue siendo familia una unidad doméstica compuesta por dos adultos y los hijos de ambos, sin embargo las definiciones no pueden ser cinturones de castidad del significado, las definiciones aunque establezcan las guardarrayas del concepto deben poseer los criterios de relevancia que les otorguen pertinencia a la realidad y sus contornos. Si la familia tradicional de la definición clásica es familia, pero la familia es a la vez mucho más y de cierta manera es mucho menos también. En la medida de que es mucho más es que incluye otras realidades excluídas por el referente clásico y tradicional, en la medida que es hasta menos es que los requerimientos de personas necesarias (cantidad) para establecer esa unbidad es menor (cantidad).
Lo que ha sucedido es que han cambiado, a mi manera de sentirlo, los criterios rectores. Ya no es suficiente contar quiénes son, es preciso saber lo que los une. Sin entrar de momento en controversias adicionales si no fuese así estaríamos afirmando que un hombre o una mujer que viven con sus hijos no es una familia. Lo que podemos llamar la familia monoparental y su abundancia estadística por las razones que fuesen hace que empecemos un proyecto de redefiniciones de la unidad familiar tal vez basado en otros criterios que meramente la membresía per sé. Las familias mixtas, de matrimonios anteriores, y las familias con parejas de adultos del mismo sexo nos impulsan a redimir las actitudes que deben darse para que se forje la realidad familiar: dada la satisfacción mutua o grupal de necesidades económicas, emocionales y de sentido de pertenencia, fundamentalmente estamos hablando de una propuesta familiar. Se habla de la crisis de la familia y en la mayoría de las ocasiones se refieren a ello por la 'desestructuración' de la familia tradicional sin embargo como vimos en la historia que citamos la crisis de la familia no surge de cambios estructurales sino del impacto que tiene la situación socioeconómica en esa propuesta familiar.
La familia es una forma de organización social, la más básica y antigua, que ha ido evolucionando y como forma de organización más allá de referentes tradicionales se tiene por necesidad que ajustar a los cambios en los tiempos y los cambios en las relaciones entre las personas. Lo que está en crisis, según mi opinión, no es la familia por ejemplo la que hemos descrito al principio por razones de no que mencionamos una figura materna. La persona que abandona la solidaridad socioeconómica de la unidad familiar, o deja de atender una necesidad emocional de uno de los miembros de su propuesta familiar, sea su madre, padre, hijo, hija o su pareja, sin que tenga ninguna importancia el sexo o condición contractual de esa persona, esa persona que abdica, que de facto renuncia a sus responsabilidades y deberes, es la persona en crisis como miembro de su familia.
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