viernes, 12 de octubre de 2012

Sobre encuestas políticas: recapitulaciones.


'La vida es una tómbola'... frase pegajosa de una canción pop de los setenta.

"Mentiras, malditas mentiras y estadísticas" es una frase que describe el poder persuasivo de cifras estadísticas pero que infiere que dicho poder no confiere necesariamente credibilidad, especialmente el uso de estadísticas para reforzar argumentos débiles o propuestas controversiales. Se utiliza coloquialmente (se escucha con frecuencia en las industras de los medios publicitarios y de mercadotecnia) como adagio que representa la duda razonable que existe sobre las estadísticas y que se interpreta como razonamiento de cuestionar tanto el contexto y el diseño del instrumento antes de considerar la validez de las conclusiones. El muestreo (el insumo de opiniones, decisiones o reacciones) es un aspecto muy delicado por lo altamente manejable, que puede ir desde diseños desacertados a ejercicios tipo sastre ("custom made") que se ejecutan en búsqueda de "probar" unos puntos ya concertados y acordados.

El término fue popularizado en los Estados Unidos por Mark Twain (entre otros), que lo atribuye al primer ministro Benjamin Disraeli: "hay tres clases de mentiras: mentiras, malditas mentiras y estadísticas."


No es raro, creo que todo publicista de carrera tuvo en algún momento al menos una experiencia con clientes que llegaban a la mesa con estudios que probaban porqué venderle neveras a esquimales era un buen negocio, o lo seguro que estaba que el problema de mal sabor de su refresco no era importante porque la gente lo compararía por el nombre de la marca. Personalmente doy fe de una experiencia similar con el lanzamiento de una nueva cerveza que extrañamente el cliente nos hizo ejecutar la campaña sin haberla nadie tomado (lo usual es que tengas la experiencia de muestreo para ayudarnos a entender el producto y como estímulo creativo). Llegaba con sus estudios, cartapacios llenos de cifras y gráficas pero ni una gotita ni una muestra. Cuento largo, corto cuando a solo días días de iniciarse la campaña llega la susodicha, la probamos y sabía horrible, nuestras caras eran de espanto y la cerveza duró en el mercado menos de un mes. Vaya por lo de las estadísticas.

Imagínate que en Puerto Rico tenemos la experiencia de que en frecuentes ocasiones representantes del gobierno nos intentan vender que el desempleo ha bajado lo que pasa es que hay menos gente trabajando, y esa joya de la ilógica la hacen con qué, con estadísticas. Personalmente y como criterio profesional insisto en que previo a aceptar resultados se discuta el contexto, las circunstancias y luego pasamos al diseño porque les repito con unas encuestas puedes alegar que la luna tiene una probabilidad de 75% de ser de queso.

Contexto es que el PNP se está gastando una millonada en su publicidad en los medios... Pregunta de rigor: ¿Cuánto ha gastado y cuánto ha contratado gastar el PNP en su campaña? Este asunto que los analistas llaman el "ad-check" (estudio de la competencia igual le dicen) es clave porque mis amigos y amigas los medios son negocios que en todo momento procuran generar ventas de espacios publicitarios. Y entonces luego de entender ese aspecto fundamental podemos entender los "juntes constitucionales" en estilo de 'American Idol', cierto comportamiento poco imparcial de algunos "personajes de los medios" (no necesariamente periodistas en el sentido estricto) e igual podemos entender otras cosas que nos obligan a verificar el elemento 'de fecas', aguajes y paquetes en las encuestas. Todo buen comunicador sabe que tiene que hacerle caso más que a nada, a la calle. El famoso "word of mouth" (lo que dice la gente) para que con porcientos y gráficas de colores no te expliquen porqué la Coca-cola es nutritiva.

¿Saben que las tabacaleras por décadas usaron estadísticas para sostener sus alegatos que fumar cigarrillos era bueno para la salud...? De hecho es fundamento de una demanda famosa y parte del proceso judicial fue probar las mentiras que propagaron por décadas amparado en estudios fatulos.



He visto sus preocupaciones; de hecho este tema lo he tratado con algunos amigos directamente y repito: me comparte un amigo que ha asumido el deber junto a otros de repartir informaciones impresas en la calle y que sus impresiones directas son entre la gente pero comenta igual que muchos de verdad se muestran apáticos ante el asunto. Claro importa a quiénes escuchas y dónde los encuentras.


Lo anecdótico a falta de encuestas científicas (vamos otra crítica a los medios "investigativos" y es que de ciencia a veces lo que tienen es solo el enchape, pintura y capota tu sabes) es de valor testimonial que equivale a lo que en las estadísticas llaman "random sampling".

Vale, tal vez el margen de credibilidad no sea el mejor pero a falta de pan, galleta.


Lo que quiero decir es que en el caso de ejercicios que no son elecciones generales (de por si encuestas en su sentido literal) los patrones de conducta son diferentes, marcadamente diferentes y esto se ha probado en todas las encuestas especiales y ejercicios de referéndum, para empezar vota/participa menos gente como regla general, muchos menos. Entra en juego y controversia el elemento de la representativo de quiénes reflejan el sentir de quiénes.

Entonces cobra fuerza un replanteamiento de las motivaciones, es decir, lo que mueve a la gente a la acción. Quiénes van a ir a votar es hasta más importante que la pregunta por cuál votarías ya que en un ejercicio de encuestas gente que no piensa ir a votar te puede decir que votarían por X o Y, claro pero como de fondo el problema es que no van a votar pues de qué vale dicha pregunta. Y la data que arroja dicha respuesta es totalmente falsa.


Lo que se desprende es que si podemos establecer como premisa que una gran cantidad de personas que se han convencido por razones racionales o por experiencias propias; ¿están motivados de manera que van a ir a votar? vis a vis, los que se inclinan, que los hay sabemos convencidos, pero no tan entusiastas, y los hay que responden por disciplinas o lealtades de partido ¿cuántos meramente responden a la publicidad, y no realmente se encuentran lo necesariamente motivados para ir a votar..???

Me luce que este aspecto es vital para abordar los mensajes de la recta final. Debemos observar que el patrón de apatía es notable, vamos a ver, es un domingo de playa, ir a votar, ahí se fue la juventud pa' la playa, es un domingo familiar, por ahí se van los envejecientes, es la realidad. Entonces se trata de lo que los comunicadores llaman el objetivo de audiencia: a quiénes le tenemos que comunicar qué cosa que pueda significar que se movilicen. Mensajes en oídos sordos, no resuelven absolutamente nada, es hablarle al viento.

El mensaje debe redoblarse, votar es cosa de conciencia lo que implica que podemos suponer que quienes han tomado dicha decisión tienen un mayor interés, interés que se puede transformar en motivación de llegar al colegio electoral y votar... Tal vez soy un iluso pero pienso, honestamente creo que hay quienes creen profundamente en una u otra postura, esos podemos de acuerdo a nuestra conciencia y sentido ético postular o defender nuestras ideas con mayor o menor razonamiento pero tenemos una opinión formada.

De lo que se trata, me parece, es de quienes no están seguros de qué pensar sobre el asunto y esos van desde el que tiene desconocimientos al que es apático, en ese grupo grande de ciudadanos es que operan los esfuerzos de comunicación. El elector de hoy vive conectado al mundo, es activo e infiel, no quiere mentiras, decide por sí mismo, y sus decisiones pueden ser salirse de los patrones tradicionales ya sea dejando de ir a votar o por algo que no necesariamente sea lo que su grupo ideológico cree que va hacer. El recurso más efectivo son las conversaciones, es una transición hacia una nueva forma de comunicaciones (la gente de ahora siempre está conectada) de usar los medios digitales, la oportunidad de interactuar, atender, informar y retroalimentar con el ciudadano/pueblo. Irónico que la era digital nos haya regresado al proceso elemental: hablando la gente se entiende (claro ahora las conversaciones inciden en lo personal y lo digital).



Personalmente creo que los intentos burdos de publicidad pueden resultar contraproducentes al que se cuestione porqué usan ejemplos que no aplican y porqué no citan estadísticas, etc., pero concedo que el tema es por su esencia susceptible de ser interpretado emocionalmente y pues sabemos que en la isla la popularidad de los programas de chismes nos reflejan que un gran sector de la comunidad no necesariamente usan una metodología digamos racional para llegar a conclusiones, esos veremos si les motiva para ir a votar y porqué.

Estemos claros no le otorgo mayor credibilidad a la encuesta de un medio comercial en este contexto por encima de lo que se palpa en la calle.



Pero en este ambiente es que debemos manifestar nuestro mensaje de denuncia de los engaños, manipulaciones y tergiversaciones, mientras mantenemos como he dicho, hecho, y hacen otros que conste, y repito, el diálogo sereno, detallado, de respeto con los ciudadanos.

"El lenguaje está diseñado para que las mentiras parezcan verdades... y para dar al viento apariencia de solidez." Nos ha dicho George Orwell en su "Politics and the English Language"(1946).



Es terriblemente fácil de engañar al público con las estadísticas, ya que la mayoría de los lectores no están entrenados en estadísticas sofisticadas que pueden hacer cambios sutiles a la investigación que produce una diferencia gigantesca en el resultado.

Una porción considerable del electorado es sorprendentemente ignorante. Las investigaciones sobre la investigación (valga la redundancia) han encontrado que los estudios están sesgados hacia el resultado que produce más dinero.

Sesgo sistemático favorece a la empresa que financia la investigación. En las encuestas, la misma pregunta general puede provocar resultados sustancialmente diferentes si preguntas en un orden diferente o mediantes diferentes fraseos.



En el famoso experimento de Iyender y Kinder, los investigadores encontraron que ellos podían manipular los resultados más importantes cambiando el enfoque del tema (Iyengar y Kinder. 1987. Noticias que importan.)

Mala investigación: se realiza con la política, medios de comunicación, educación y otras innumerables cuestiones. "Las encuestras solo muestran retazos de la precisión científica y la ilusión de decisiones del pueblo." (p.126) -Lies, Damn Lies, and Statistics: The Manipulation of Public Opinion. by Michael Wheeler.

Cualquier hecho puede proyectarse de una manera propuesta, y cualquier verdad puede ser maquillada o transformada, simplemente al colocarle un número porcentual, el problema es que estos números pueden ser y frecuentemente son, configurados mediando objetivos.


Primero un poco de información útil para entender los medios: los titulares no son producto de colaboradores, redactores ni menos de grupos independientes de análisis de informaciones.

Los titulares son producto de la junta gerencial de los medios que se canaliza mediante las figuras de dirección con obvias (y razonables) racionales de ventas.

Otro asunto que es conocimiento de los profesionales de comunicaciones es que el 80% de la audiencia que se expone a las noticias solamente asimila o atiende el titular que es el racional que justifica su valor como instrumento de mercadeo.

Eso responde al aproximadamente 23% de la audiencia general que de alguna manera (leer periódicos o 'seguir/atender'noticiarios de TV/radio) consume noticias en una base regular.

Veamos en promedio, 8 de cada 10 personas reciben/se enteran de alguna manera de un titular, pero sólo 2 de cada 10 leerá/atenderá el resto de la noticia (hechos, contenido, análisis y opinión).

Si usted puede confiar en interpretar fuentes estadísticas con calma, entonces los animo a hacerlo.

Si su impresión de los procesos y eventos sociales cambia radicalmente cada pocos minutos, sin embargo, es mejor no hacerles caso y menos por encima de las proyecciones que recibes de tus propias experiencias e insumo de la calle.

Todos los métodos estadísticos de interpretación de tendencias y hacer predicciones sociales tienen formas ligeramente diferentes de calcular su constructo de información que realmente es una ilusión de la realidad.

Quienes tienen formas sistemáticas se basan en la evidencia en lugar de hacerlo sobre una base ad hoc.


Bueno permita que les sugiere otro enfoque, antes que nada sobre la extendida explicación metodológica que produce los que asumieron el rol de "explicar" al pueblo la mecánica de la encuesta permita explicar que para llegar de Fajardo a Cabo Rojo hay varias maneras de llegar, de acuerdo a la ruta, la explicación (igual lo eficiente del viaje en lo que respecta a tiempo de duración si ese es el criterio rector, permitan otra explicación la Navaja de Occam es un teorema lógico que plantea que antes dos explicaciones la más sencilla es la correcta, la más larga y elaborada, proporcional a su largo y complejidad, se alega de la veracidad. Eso planteado vamos a ver:el rol de la insuficiente comprensión de las cuestiones.

Estimaciones del número de mal informados/indecisos es alrededor de un 40 por ciento a más del 70 por ciento de la población. La evidencia sugiere que la magnitud de este problema se sobrepone a la incertidumbres de encuestas caracterizado por intervalos de confianza (19 veces de 20). Encuestadores necesitan respuestas.


Que la mitad de la población no tiene idea no es el titular que la prensa ha pedido. Esto deja a encuestadores con un dilema. ¿Cómo consiguen los encuestados respondan cuando realmente no han pensado mucho al respecto? Hacen lo que hacen buenas litigantes. Hacen preguntas donde la respuesta a la pregunta está incrustada en la redacción de la pregunta. Se llaman preguntas directas y establecen asociaciones simplistas.

Preguntas explicativas no son populares con encuestadores porque les hace les hace la vida dificil a los encuestados y pueden tener un impacto sobre las tasas de respuesta de la encuesta. Otra estrategia es simplemente abdicar la estructura tradicional de preguntas y respuestas formateadas y depender de preguntas abiertas, que los encuestados respondan con sus propias palabras. Este enfoque fue tomada por Gallup, lograron resultados que difieren notablemente de las encuestas con respuestas formateadas.

Encuestadores y la prensa no favorecen estas preguntas abiertas por un número de razones. Uno tiene que ver con la logística de convertir los datos en noticias. Cada respuesta tiene que ser categorizada y codificada. Para el ciclo de noticias de hoy este proceso es simplemente demasiado lento y engorroso.

En segundo lugar, el esquema de codificación está sujeta a cierto grado de incertidumbre, estos errores pueden mantenerse a un mínimo mediante verificación de codificación independiente.

En tercer lugar y quizás lo más importante, roba a la prensa de sus titulares. Sin recurrir al efecto provocado, las respuestas abiertas tienden a hacer difícil resumirlas en un titular simple y pegadizo.


Una comparación más relevante y exacta podría ser uno basado en el comportamiento, comparaciones entre los votantes pueden probar la hipótesis de que quienes votan tienen una mayor familiaridad con importantes asuntos nacionales.

¿Importa realmente lo que es su opinión?
¿A quién de verdad le importa como piensas..???

(Segundo día de reacciones y comentarios centrados sobre una encuesta similar a la que falló miserablemente al predecir que el NO perdería y el NO gana contundentemente por el 54%.)

Se supone que aprendamos de las experiencias pero la diferencia no es muy palpable.

Nuevamente confiamos que esos mil ciudadanos a quienes le han hecho alguna manera de consulta de opiniones y preferencias sea claro termómetro de las opiniones y preferencias de dos millones de ciudadanos.


Y es que ese es el juego, y digo juego con conocimiento de causa y efecto porque las encuestas aleatorias son juegos aunque se trate de disimular el asunto con discursos extensos de ensortijadas racionales metodológicas.

Es fácil, por lo menos mucho más accesible, si de verdad quieres que te entiendan (que definitivamente no es el propósito de los encuestadores al presentarnos su barroca narrativa), una encuesta como la presentada se parece a echar mil bolitas en una bolsa, cada bolita con su valor representativo de la supuesta opinión de alguien con derecho a votar, y mediante sorteo de las bolitas proyectar resultados del comportamiento de dos millones de bolitas diferentes.

Procede cuestionarnos si escogimos las mil bolitas en la bolsa en manera realmente proporcional, procede preguntarnos si el sorteo fue conducido con la mayor transparencia y hasta procede preguntarnos los criterios que se usaron para pintar unas bolitas de color azul, otras de rojo, vamos, amarillo, verde, verde aqua y violeta, y procede preguntarnos que tal de las bolitas transparentes e incoloras.

No puede ser pensarán los amantes del sortilegio pero lo cierto es que las estadísticas no existen separadas de las probabilidades como les puede aseverar cualquier estudiante o profesor de dichas disciplinas.


Veamos:

estadística. (Del al. statistik). 1. f. Estudio de los datos cuantitativos de la población, de los recursos naturales e industriales, del tráfico o de cualquier otra manifestación de las sociedades humanas. 2. f. Conjunto de estos datos. 3. f. Rama de la matemática que utiliza grandes conjuntos de datos numéricos para obtener inferencias basadas en el cálculo de probabilidades.

Como ves se refiere a:

probabilidad. (Del lat. probabilĭtas, -ātis). 1. f. Verosimilitud o fundada apariencia de verdad. 2. f. Cualidad de probable, que puede suceder. 3. f. Mat. En un proceso aleatorio, razón entre el número de casos favorables y el número de casos posibles.

Donde la cosa se pone interesante es cuando definimos el proceso de manera aleatorio, a ver:

aleatorio, ria. (Del lat. aleatorĭus, propio del juego de dados). 1. adj. Perteneciente o relativo al juego de azar. 2. adj. Dependiente de algún suceso fortuito.

Ahí está, es la encuesta disfrazada de seriedad prima hermana de tirar dados, de lanzar un moneda al aire y de sacar bolitas de una bolsa.

La diferencia fundamental es la probalilidad de acertar que nuevamente todo estudiante aplicado te puede asegurar que es cosa de ejercicio matemático.

La moneda al aire tiene probabilidad de 50%, esa es simple, las otras aproximaciones requieren cálculos más elaborados.

Entonces debo hacer un paréntesis: el famoso 3% que tanto se repite y cacarea permita decirles que nos lo citan como un cliché producto de un proceso tipo 'copy/paste'. Es decir el original cálculo del 3% se encuentra en un archivo en una copia de una tesis doctoral de alguien olvidado o desconocido para los encuestadores. Hoy la verdad es que lo repiten como un 'mantra' sin saber explicar si de verdad las probabilidades de acertar son de 3% o 30% pero 3% suena chévere.



Un poco de trasfondo: las estadísticas y las probabilidades se ocupan principalmente de combinaciones de diferentes eventos y las posibilidades de que unos eventos reflejen el comportamiento de otros. Cómo se relacionan entre sí estos diferentes eventos determina los métodos y las reglas a seguir cuando estamos estudiando sus probabilidades. Hay por definición eventos dependientes o independientes como categorías principales.

Los eventos independientes presumen la probabilidad de que un evento en ningún modo afecta la probabilidad de que el otro evento ocurra. Un ejemplo es el siguiente; tirar el dado, lanzar una moneda o preguntarle a alguien algo que represente la opinión de otras mil personas. La probabilidad de acertar es de lo que se trata: existe la posibilidad de que alguien al lanzar una moneda, cara o cruz, acierte quien va a ganar unas elecciones, las probabilidades son de 50%.


Los eventos dependientes se dicen que son aquellos cuya ocurrencia influye en la probabilidad de otro evento. Es, por ejemplo, la elección, el proceso de votos es una encuesta dependiente en la que el monto de votos se supone que represente el sentir mayoritario de un conjunto de electores por ende el total de votos influye (se interpreta) directamente y se supone fiel con las solas posibilidades de contaminación mediante fraude o exclusión de electores.

De eso hablamos en otros momentos porque como vemos no se excluye por completo del panorama.

Definidos los eventos dependientes e independientes y cómo la probabilidad de un evento se relaciona con la probabilidad de otro evento, con estos conceptos en mente, podemos ahora mirar la probabilidad condicional que es acercarnos tanto al echar bolitas diferentes en el bolso como el diseñar una encuesta de opinión con una muestra de mil ciudadanos. La probabilidad condicional trata de definir la dependencia de eventos mirando la probabilidad de un suceso dado que algún otro suceso (el sorteo o la el acto de encuestar) aparece por primera vez.

Probabilidad condicional se denota por el texto siguiente: P = (B/A) (B) se produce dado que ya ha ocurrido (A), las opiniones (A) producen (P/ probabilidad) de que ocurra (B), vamos si escogimos bien (los colores correctos) las bolitas (A) y las sorteamos adecuadamente tenemos (P).



Es imposible comprimir en esta nota (por cierto bastante extendida) la serie de ecuaciones y reglas matemáticas que entran en juego en este proceso de definir dichas probabilidades que van desde definir la muestra a definir el proceso de interrogantes (similar al sorteo de las bolitas) pero volvemos a repetir sigue siendo un juego con elementos muy presentes del azar cuando se trata de eventos independientes como en una encuesta de opiniones. Y eso sin siquiera contemplar aspectos de casino, tu sabes que la casa siempre busca la manera de ganar que en el caso de las encuestas ha sido evidenciado como la relación que hay entre los resultados deseados por el contratante de la encuesta y los resultados alcanzados por el ejercicio.


Vengan las respuestas pre-cocinadas de la encuesta tipo micronda, bajas en calorías, fáciles de digerir y de dudosos valores alimenticios.

Más relevante y pertinente es reflejar el comportamiento fielmente, comparaciones entre los votantes pueden probar la hipótesis de que quienes votan tienen o no tienen una mayor familiaridad con importantes asuntos nacionales.

¿Importa perfeccionar el proceso democrático?

En lugar de crear una narrativa apasionante que coincidentalmente ayuda a vender periódicos, léase anuncios, la prensa tal vez debe asegurarse de que refleja fielmente la opinión pública con sus fuerzas y debilidades. Este también debe ser el foco de encuestadores.

La proliferación de opinión pública inexacta es destructiva para el diálogo nacional siendo el diálogo nacional el instrumento más importante de la democracia representativa. En última instancia, lo incierto (las informaciones falaces, incompletas y las medias verdades) aísla a las personas entre sí sobre el propósito común de entendernos, de ponernos de acuerdo y de colaborar como una comunidad de bienes públicos.

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